El Château de La Messardière reabrirá sus puertas en julio de 2021 tras una completa renovación a cargo de Airelles Collection, posiblemente el grupo hotelero más exclusivo de Francia. Esta antigua casa familiar, ahora un Palacio de 5 estrellas, tiene todo lo que necesitas para una estancia excepcional. Las instalaciones son impresionantes, desde la piscina de espejos climatizada hasta el spa Valmont con su Cúpula Iyashi y su bañera de levitación. También se atiende a los niños, con una villa de 500 m² sólo para ellos. Luxe Wellness Club te invita a flotar en esta burbuja de bienestar estival.
Un hotel imprescindible en Saint-Tropez
Esta propiedad es un punto de referencia en la Costa Azul. Su escudo de armas, que data de 1669, ancla el castillo en la historia de Saint-Tropez. Toma su nombre del oficial Henry Brisson de la Messardière, que regaló el castillo a su esposa, la artista Louise Dupuy D’Angeac, como regalo de bodas. En 1904, la casa se transformó en hotel y rápidamente se convirtió en un lugar legendario para alojarse en «Saint-Trop». Aunque el hotel acaba de ser renovado, el espíritu del lugar permanece inalterado.
La renovación del castillo se ha basado en el encanto histórico de esta gran casa familiar, añadiendo al mismo tiempo un toque de frescura y modernidad. El diseñador de interiores Christophe Tollemer ha conseguido que entre mucha luz en estos grandes espacios de colores naturales. La decoración del castillo, y en particular de sus 103 habitaciones y suites, es una sutil mezcla de materiales típicos del sur: ocre blanco y gris, lava de Salernes y terracota.
Los muebles antiguos conviven con elementos contemporáneos, salpicados de madera rubia y hierro forjado. Lo mejor, sin embargo, son las vistas, tan sublimes como siempre: pinos paraguas, olivos, cipreses, sin olvidar nuestro querido Mediterráneo.
Para quienes busquen más espacio, el Château de La Messardière dispone de varias suites, así como de una villa dúplex. Esta última se beneficia de un jardín y una piscina privados, y tiene el privilegio de ocupar una torre entera del castillo (170 m²). Tiene una sala de estar y tres dormitorios, todos con cuarto de baño con bañera y ducha.
Mientras el estudio de yoga te invita a hacer unos saludos al sol al aire libre, un gimnasio totalmente equipado con máquinas Technogym te devuelve al interior. También hay una pista de fitness con vistas al Mediterráneo y pistas de tenis. La guinda del pastel: el hotel tiene su propia playa privada, a la que se llega con un servicio de transporte gratuito desde el castillo.
Dejarse llevar en el Spa Valmont
Por si el aire marino no fuera suficiente para relajarte, el Château te invita a descubrir las distintas zonas de su Balneario Valmont. Con más de 1.000 m² de espacio, podrás relajarte de la cabeza a los pies, e incluso sublimar tu look estival en la Maison de Coiffure de Christophe-Nicolas Biot. Hay todo lo que necesitas para dejarte llevar: nueve salas de tratamiento, una sala de vapor, varias saunas y una hermosa piscina cubierta. En la magnífica terraza de la gran piscina exterior climatizada, podrás relajarte y ver pasar las horas. La vista panorámica sobre el golfo de Saint-Tropez es excepcional.
Los nadadores experimentados también estarán encantados, ya que el hotel dispone de un magnífico corredor de natación en el corazón de los jardines (¡con vistas a Pampelonne!). A los madrugadores les encanta hacer unos largos antes de un buen desayuno…
El Spa du Château está asociado a La Maison Valmont, una legendaria marca de cosméticos. Está especializada en tratamientos antiedad basados en el concepto de celuloterapia, un proceso que también se utiliza en la Clinique La Prairie. Es un proceso que ofrece unos resultados rejuvenecedores inigualables sin cirugía estética.
El balneario ofrece baños de leche de burra. Rica en sales minerales y oligoelementos, la leche de burra es famosa por sus propiedades reestructurantes y protectoras. El spa también dispone de una bañera de levitación de agua de mar en la Suite Real.
Además, ahora el balneario está equipado con una Cúpula Iyashi. Se trata de una sauna de infrarrojos largos, que es una técnica más suave pero más potente que permite que la temperatura corporal aumente lentamente y actúe sobre varios elementos. Algunos utilizan esta infraterapia para desintoxicarse, otros para adelgazar, dormir, recuperar los músculos o simplemente relajarse.
El paraíso de los niños está aquí
Siguiendo la tradición de la Colección Airelles, el castillo de La Messardière concede gran importancia al bienestar de los niños y adolescentes. Durante su renovación, el hotel decidió dedicar una villa entera de 500 m² sólo para sus huéspedes de 4 a 17 años. Un auténtico paraíso estival, de libre acceso, con talleres creativos y originales, siempre supervisados por profesionales.
Cada día, un nuevo programa acoge a los niños en un entorno inspirado en piratas y sirenas. Con sala de juegos, cine privado, piscina, minigranja, casa en un árbol y pistas de tenis, ¡tus pequeños no querrán volver nunca al colegio!
Delicias sin fin
Los restaurantes también recibieron un lavado de cara cuando se renovó el hotel. Nuevos conceptos, tanto locales como internacionales, se apoderan de las terrazas del Château de La Messardière. ¡Incluso en la playa o en el pueblo! A la playa privada de Jardin Tropézina se puede llegar en Mini-Moke o Rolls Royce.
En un ambiente relajado, te atenderán durante todo el día, con una copa de rosado bien frío. En el centro de la ciudad, el chef Marco Garfagnini y su restaurante Dolceva del Pan Deï Palais (otro establecimiento de la Colección Airelles) invitan a los huéspedes a disfrutar de la cocina italiana con influencia local. Por último, Zetta, en la esquina de una callejuela del pueblo, ofrece pizzetas para compartir y helados para morirse.
Volvamos al Château de La Messardière y a su atractiva oferta culinaria: tres restaurantes con una clara identidad. En primer lugar, el nuevo restaurante Le Festin y su bufé dan la bienvenida a los huéspedes durante todo el día. En la terraza panorámica, La Table Japonaise lleva a los comensales a un viaje al Lejano Oriente con un concepto chic y glamuroso. Y por último, el Auberge des Maures, una dirección legendaria en Saint-Trop, sirve cocina provenzal. A lo largo de los años, ha atraído a grandes nombres como Charlie Chaplin y Brigitte Bardot.
Otros famosos también han pasado por el bar de 1904. En la actualidad, el bar cuenta con una amplia carta de cócteles de autor, entre ellos la ginebra favorita de Fitzgerald y la absenta de Picasso. ¿Quién sabe, puede que tú también encuentres tu favorito?
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Tarifas : Desde unos 600 euros por noche en temporada baja.
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