Enclavado en la costa sur de Koh Samui, Kamalaya no es sólo un santuario del bienestar, sino un verdadero oasis donde se dan cita la salud mental, física y espiritual. Inspirada en las experiencias de sus fundadores, John y Karina Stewart, en el Himalaya indio y en la medicina tradicional china, Kamalaya ofrece una experiencia única. De gama alta sin ser ultralujoso, la palabra clave aquí esautenticidad. Pascal Languillon, Director de Luxe Wellness Club, comparte su inolvidable experiencia en este lugar mágico.
Una referencia en bienestar
A tu llegada al aeropuerto de Koh Samui, los huéspedes serán recibidos con un traslado privado en un lujoso todoterreno con aire acondicionado. Una vez en el lugar, una visita guiada en buggy te descubre las distintas instalaciones, desde habitaciones a villas privadas con piscina, sin olvidar el gimnasio, el pabellón de yoga, la gruta de meditación, la playa y las zonas comunes…
Kamalaya se alza sobre una colina sagrada, lugar de búsqueda espiritual de monjes y monjas budistas durante siglos. Fue aquí donde el fundador John Stewart encontró una cueva y decidió construir un centro de bienestar único en 2005. Rodeado de rocas y altos árboles, y arrullado por el canto de los pájaros, este lugar ofrece una inmersión total en la naturaleza, con una playa tranquila y muchos rincones encantadores para la contemplación.
Con sus villas con techo de paja, aireados pabellones, cascadas y estanques de loto, Kamalaya ofrece una experiencia verdaderamente única. Su ambiente tranquilo atrae a una clientela variada de todo el mundo, todos en busca de paz y serenidad. Las mesas comunales ofrecen la oportunidad de charlar y conocerse, lo que resulta muy útil cuando viajas solo, como era mi caso.
Un aspecto interesante de Kamalaya es que fomenta la desintoxicación digital. Los dispositivos móviles no son realmente bienvenidos a la hora de comer, ya que fomentan una interacción y una conversación enriquecedoras. Las soberbias piscinas, enmarcadas por estanques de loto y adornadas con estatuas de elefantes, recuerdan las zonas de baño tradicionales de Nepal y la India. ¡Es realmente magnífico!
La única mala sorpresa para mí fue que la playa no es especialmente apta para nadar porque es muy poco profunda. Así que tienes que caminar por el agua durante un buen rato antes de poder sumergirte del todo. Por supuesto, hay muchas piscinas para compensarlo, y la playa me pareció realmente magnífica a pesar de todo. Es privado, ¡así que es muy tranquilo! Me encantó mi excursión en kayak al atardecer…
Habitaciones con encanto rústico
Las 76 habitaciones y villas están situadas entre antiguos peñascos de granito, relajantes arroyos y vegetación tropical. La primera categoría de habitación, Hillside, está reservada a los que tienen un presupuesto ajustado (desde unos 200 euros/noche, únicamente), pero si puedes permitírtelo te recomiendo que optes al menos por una suite con vistas al mar.
Mi habitación me pareció luminosa, cómoda y agradable, pero desde luego no ultralujosa. En comparación con los establecimientos comercializados por Luxe Wellness Club, Kamalaya está un escalón por debajo en este sentido. El establecimiento tiene unos veinte años, y eso se nota en el mobiliario y en el diseño del cuarto de baño en particular.
Sin embargo, las categorías superiores son lujosas en cuanto a espacio, vistas y piscinas privadas, por lo que quienes busquen una experiencia de lujo pueden encontrarla si suben un presupuesto. Por eso también me gustó Kamalaya, porque ofrece bienestar de gama alta mucho más asequible que sus grandes competidores tailandeses, Chiva Som y Rakxa Integrative Wellness.
La versión XXL del bienestar
Kamalaya cuenta con un spa multipremiado, un hammam construido en la roca, varios jacuzzis al aire libre, una sauna de infrarrojos y numerosas salas de tratamiento. El centro de bienestar está rodeado de senderos verdes que conectan el alojamiento con el resto del complejo.
Cada estancia comienza con una consulta personalizada, que garantiza una experiencia adaptada a las necesidades físicas, espirituales y emocionales de cada huésped. Los programas de bienestar son completos e incorporan tradiciones medicinales de Oriente y Occidente, con un equipo de más de 50 profesionales del bienestar. Tuve esta consulta inicial por videoconferencia incluso antes de llegar al lugar, lo que permitió al personal elaborar mi programa para que estuviera listo el primer día de mi estancia.
Kamalaya ofrece más de 70 terapias y tratamientos. Los programas están diseñados para ofrecer un enfoque personalizado, que permita a los clientes alcanzar objetivos específicos y mantener los cambios realizados una vez que regresen a casa.
Un experto equipo de terapeutas, médicos ayurvédicos, acupuntores y especialistas en bienestar ofrecen tratamientos diarios, complementando la experiencia holística con masajes tradicionales tailandeses, reflexología y otros tratamientos especializados.
Disfruté mucho de las sesiones de yoga en grupo en la magnífica sala con vistas al mar. Se ofrecen muchas otras clases en grupo: Qi Gong, Meditación, Fitness, etc.
La gama de productos de cuidado corporal que probé fue muy satisfactoria. Sin embargo, lo que me dejó un mayor recuerdo fue la sesión de «Sanación emocional » con un antiguo monje indio, Srini. En el espacio de una hora, Srini consiguió que hablara de las heridas de mi infancia y que intentara apoyar al niño que una vez fui. Fue un momento profundamente conmovedor para mí… Fue entonces cuando me di cuenta de lo que diferencia a Kamalaya de otros centros de bienestar de todo el mundo: ¡lo espiritual! Quizá sólo Ananda, en el Himalaya indio, pueda competir en este aspecto.
Además, Kamalaya innova constantemente en el cuidado de la salud y el bienestar. Con la introducción de terapias avanzadas en Longevity House, los clientes pueden disfrutar de tratamientos como infusiones intravenosas de vitaminas, ozonoterapia y oxigenoterapia hiperbárica, que ofrecen un enfoque moderno y científico de la salud.
Cocina muy sana
La comida en Kamalaya es otro punto a destacar, ya que ofrece un buffet de superalimentos para el desayuno, con una impresionante variedad de verduras, zumos, leches, panes caseros, ensaladas, fruta, frutos secos, semillas y tés. Este desayuno, con estas vistas… ¡lo pediré una y otra vez!
Los menús del almuerzo y la cena están repletos de ingredientes frescos y ecológicos, que ofrecen platos deliciosos sin sensación de privación, incluso para quienes siguen un programa de desintoxicación. Por supuesto, la gran mayoría de la cocina tiene sabor tailandés. Sin embargo, también se pueden preparar algunos platos internacionales.
En comparación con Rakxa , donde estuve unos días antes, la comida me pareció relativamente sencilla, pero igual de deliciosa. ¡Los precios son bajos!
En particular, recuerdo haber comido todo tipo de currys, poco picantes y muy sabrosos. También excelentes platos de pescado… Las tomas de Gotu Kola (hierba del tigre) fueron otro punto culminante. Se dice que tiene beneficios probados para la salud, y que ayuda a tratar la ansiedad… ¡Si aún no te has relajado lo suficiente en este lugar de ensueño!
Nuestro vídeo de Kamalaya
Veredicto
Kamalaya es más que un santuario de bienestar: es un lugar de transformación y reconexión con uno mismo. Su excepcional entorno natural, combinado con un enfoque holístico del bienestar, lo convierten en un destino esencial para quienes buscan regenerarse. No es el más lujoso de nuestra colección, pero sin duda está en lo más alto en cuanto a espiritualidad y autenticidad.
Luxe Wellness Club
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Precios: Desde unos 3.000 euros por semana y persona. Disfruta de las ventajas exclusivas del Luxe Wellness Club: un tratamiento gratuito y una excursión en barco de medio día de abril a octubre.
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